Las Grandes Prácticas
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- Meditación
- Ir bajo la superficie de la mente para experimentar la presencia y la voluntad del Conocimiento dentro de nosotros.
- Quietud
- Practicamos aquietar la mente en todas las situaciones para ser capaces de ver con claridad y reconocer la verdad dentro de nosotros y de otros.
- Escucha interna
- Practicamos la escucha interna en nuestras interacciones en el mundo para discernir la verdad o los errores en nuestros pensamientos, nuestras decisiones y nuestras acciones y también en los de otros. Con esto, podemos empezar a discernir el movimiento del Conocimiento en nuestro interior y a nuestro alrededor.
- Horaria
- Paramos a cada hora para descansar nuestra mente, para reconocer dónde estamos y qué estamos haciendo y para ver si hay algo que el Conocimiento nos esté indicando que debemos ver, saber o hacer.
- Ver
- Practicamos el ver más allá de las restricciones de la mente, buscando una mayor percepción o entendimiento sobre situaciones, dilemas y conflictos que son por naturaleza de largo plazo, extendiéndose más allá del horizonte inmediato de nuestras vidas. De este modo, podemos sentir la dirección general de nuestro mundo y cómo debemos prepararnos ahora para las eventualidades del futuro. El ver puede implicar experiencias de notable percepción más allá de los parámetros normales de tiempo y espacio. Esta capacidad la hace posible el Conocimiento. Estas experiencias requieren continua contemplación y consideración.
- Contemplación
- Nos tomamos tiempo y la atención para considerar objetivamente el significado y el mérito de nuestras propias acciones y decisiones, de nuestras preguntas y necesidades, y de las acciones de otros. Además, practicamos el contemplar las experiencias del Conocimiento para entenderlas y saber cómo y cuándo actuar. Junto a esto, contemplamos ciertas áreas del Nuevo Mensaje que tienen un significado especial para nuestro estudio y desarrollo como personas del Nuevo Mensaje.
- Discernimiento y discreción
- Nos tomamos tiempo y la atención para discernir objetivamente lo que se encuentra ante nosotros y lo que estamos viendo en otros. Con la discreción, buscamos ser conscientes de nosotros mismos y saber lo que estamos diciendo y haciendo en cualquier situación. De este modo, mantenemos nuestra conexión interna con el Conocimiento mientras interactuamos con el mundo.
- Toma de decisiones
- Traemos las muchas preguntas y decisiones de nuestras vidas al Conocimiento, de modo que él pueda guiar nuestras acciones y dar forma a nuestras vidas para prepararnos para descubrir y seguir nuestro mayor propósito para estar en el mundo.
- Los Cuatro Pilares
- Nuestras vidas y nuestro propósito están construidos sobre Cuatro Pilares: el trabajo y la provisión, la salud mental y física, las relaciones y el desarrollo Espiritual. Unos Pilares fuertes nos permiten tener unos cimientos fuertes en nuestras vidas y tener libertad para un mayor servicio en el mundo. Reconocemos que no podemos circunvalar el desarrollo de ninguno de estos Cuatro Pilares, ni siquiera en servicio al Nuevo Mensaje.
- La Torre de Observación (La Atalaya)
- Cultivamos un sabio entendimiento del pasado y una profunda visión de nuestro futuro. Practicamos el mirar hacia delante para poder ver qué está viniendo en el horizonte de nuestro futuro inmediato y poder prepararnos para las eventualidades, las oportunidades y las dificultades de nuestras vidas. Esto nos permitirá preparando sabiamente para el futuro, usando el poder del Conocimiento que Dios nos ha dado.
- Autoconocimiento
- Cultivamos un grado más alto de honestidad y conciencia sobre nuestros pensamientos, sobre nuestros estados y la condición de nuestra mente y sobre la condición general de nuestra vida. Lo hacemos para poder hacer cambios constructivos en nuestras vidas y ser capaces y estar listos para participar en el mundo.